miércoles, 9 de noviembre de 2011

CARTA A UN AMIGO


.................................... A Miguel

Le escribo estas líneas
desde la azotea en un quinto piso
de un hotel de paso de dos estrellas
a las ocho y veintitrés de la noche
de este jueves tumultuoso
en la apacible ciudad de Arequipa
donde me encuentro por ahora
sin entender muy bien el cómo y el porque
sentado cejijunto pensando
buenamente que escribir

Debo decirle (robando a medias
las palabras de papá Bayly)
que no he encontrado en lugar alguno
sonrisa más franca y sincera
que la de usted mi buen amigo

Hemos pasado los últimos tiempos
dando tumbos en nuestro
Cusco querido
Frio de cuatro grados / Parque de la
madre / tres de la mañana / mucho alcohol
tres veces por semana
a veces siete
bohemia total
exorcizando los demonios traicioneros
confesando los inconfesables
que se han perdido a pedido
expreso en el olvido intencional
de los días obnubilados

Lo imagino Querido Amigo, desde
esta azotea solitaria
caminando cigarrillo en mano
por las calles de Montparnasse
el Montparnasse de J.C.
y el de Ch. B.
o mirando con curiosidad
el numero 17 de la Rue Tournon
emocionado tal vez escuchando aun
el eco prolongado del teclear de Lcylp
lo imagino
extrañando entre las calles aquellas
un poquito aunque sea
las calles chiquitas de este lado del mundo
donde tanto llueve últimamente
y el cielo anda dia tras dia color
panza de burro

Quisiera que sepa
que me abruma el pesar
de no haberme despedido como debía
el dia que embarcaba
pero tiene que entender
tan comprensivo que fue siempre conmigo
que es un delito de lesa humanidad
el levantarme a las siete de la madrugada
pesar mio que ha de menguar
mas pronto de lo que usted espera
y esta vez madrugare de veras
para reencontrarnos por ahi
caminaremos sin rumbo
y charlaremos como solíamos
hasta bien entrada la noche
lejos lejísimos
de los fantasmas del pasado.

............................................. Cisco de melK

lunes, 4 de julio de 2011

FOTOGRAFIAS

“…existe un cielo
y un estado de coma..."
Giros: Fito Paez


El beso asustado
El Cristo de la concordia
Mojándonos de noche en la lluvia
Comiendo papas fritas
Riéndonos con el gato cósmico
La manta marrón
Jugando Mario kart
ganandome por mucho
Bebiendo café
Las seis de la tarde
Los ruidos extraños de tu casa
Teniendo miedo los dos
intentando ser valiente
Durmiendo abrazados
La canción del ratón Mickey
(que se balanceaba)
El terminal de buses
Caminando en la plaza
El frio de las noches
Viendo todos los capitulos de Friends
Poniéndome celoso del Dr. House
Diciendome Te quiero sonsito
Haciendo galletitas
Paseando en bici
Tu dibujo del gato por una tonta idea mía
Tu cuerpo en reposo
Escribiéndote poemas
negándome a dártelos por vergüenza
Tu mirada
Mordiéndonos los dedos
Mirandote mientras dormias
Los besos de madrugada
Diciendote al oido Te amo monjita
tu soñando que se yo
El disfraz de gata y de perro también
Mis quejas sin sentido
Cantando en la calle
Tus pies descalzos
Bailando en la sala
Las risas por todo
y por nada
Las inseguridades repentinas
Los vinos en un antro cualquiera
Esperándote oculto mientras llegabas de clases
Pidiendome que dejara de fumar
Cocinando en la hornilla eléctrica
Comprando pop corn dulce
La taza verde limón
Los días
las noches
la manta
el café
las risas
las lagrimas
El segundo
de aquel minuto
de aquella hora
de aquella noche
de aquel febrero infame...
......................................................Cisco de Melk

martes, 24 de mayo de 2011

Cosas imposibles

Quiero hacer cosas
imposibles...
(G. c.)


Marcelo y Ana se conocen hace poco, Ella tiene novio, muy lejos, porque Ella vive y estudia en una ciudad de nombre complicado y raro. Ellos no son amigos, tampoco son amantes, no son nada.
Marcelo cree que Ana es muy bonita, y a veces piensa que está enamorado de ella; Ella en cambio nunca le ha dicho que está enamorada de Él, menos que le gusta, solo que le cae bien.
El sabe bien (y eso no le gusta nada) que Ella no lo quiere, y que juntos no tienen futuro, algo que es habitual en El, porque en realidad, nunca ha sido capaz de conquistar verdaderamente a nadie.
Marcelo y Ana han pasado los últimos diez días juntos, y ahora que Ella no esta El no sabe muy bien que hacer, solo intentar ser un escritor, cosa que no le sale muy bien, porque cuando lee lo que escribe, se siente menos escritor que cuando no escribe nada.
Marcelo piensa muchas veces al día en lo que Ana estará haciendo en esa ciudad de nombre raro, que queda en ese país de nombre tan raro como el de esa ciudad, entonces se pone histérico, porque sabe que Ana esta con su novio, entonces Marcelo prende el cigarrillo que ha intentado dejar muchas veces, y se siente muy tonto, como se siente las veces que se ha visto desengañado frente a una chica que no lo quiere y de súbito le entra un inexplicable miedo, miedo a las formas amables como le ha pedido tiempo, a las formas amables como le ha pedido solo ser amigos y nada mas.
Entonces Marcelo escribe, escribe mucho, porque cree que haciéndolo bien lograra conquistar a esa chica que no lo quiere, pero otra vez se desengaña, porque ser escritor (o intentar serlo) no impresiona a nadie, como no impresiona a Ana, aunque el novio suyo jamás escribirá un línea como Marcelo lo hace, ni leerá a Faulkner, ni tendrá los secretos inconfesables que Marcelo si tiene, pero esas cosas no conquistan a nadie, tampoco a Ana, entonces Marcelo se arrepiente de haber confesado algunas cosas que hubiera preferido cobardemente ocultar, porque intuía las respuestas y no quería sentirse en tonto que se siente ahora.
A Ella, entre otras cosas le gustaría retroceder el tiempo, desaparecer del mapa de sus recuerdos el beso corto y asustado que se dieron, porque las chicas buenas no dan besos cortos y asustados a chicos que no son sus enamorados y Ella es una chica buena y Marcelo no es su enamorado, no es nadie.
Le gustaría también olvidar que El sabe sus mas íntimos secretos, porque alguna vez, hace mucho tiempo, El fue su confidente y su cómplice y le desagrada pensar que cometió quizás un grave error al contar ciertas cosas a quien no debería, y no esta segura si al retroceder el tiempo escogería corregir el error de haberlo besado o el error de haberlo conocido.
- No seas estúpido - dice Carlos, mientras se lleva el vaso de cerveza a la boca- crees que Ella piensa en ti cuando esta con su enamorado?.
Marcelo no sabe que decir, sabe que no, pero no lo dice, va mirando su vaso que esta a la mitad y va pensado que algunas cosas, muchas cosas son imposibles.


Cisco de melk.