martes, 29 de enero de 2008

Certeras Opiniones

Mi amiga Lucia, es de la opinion, que cuando vaya yo, a buscar a mi novia a ese pais lejano y curioso, me ponga un traje negro, porque segun ella, los trajes de color negro son altamente impactantes, y porque ademas el negro me sienta muy bien.
Mariela, opina que mas bien deberia vestir para la ocasion, ropa sport, porque es mas juvenil, y sobre todo, por que a ella le gustaria que su novio andara mas ligero y no todo serio y gruñon como suele estar.
Carmen, que es un amor de gente, y cree conocerme bien, opina en cambio que debiera ir elegante, ya que da apariencia de seguridad en uno mismo y por que el traje elegante es extremadamente refinado y viril. Opina ademas que debiera buscarla de noche y mejor si coincido con el plenilunio y una lluvia de estrellas.
Mi hermana Andrea, coincide con ella, y consultando su buen sentido del romanticismo, aprendido de ver tanta mala novela venezolana, añade a todo eso, un par de docenas de rosas, rojas de preferencia, porque en las novelas que ella ve de siete a once, las chicas caen rendidas ante galanes que llegan con dos docenas de rosas rojas.
Daniela, que es una entusiasta de los amores extraños, opina que debiera ir llevando serenata, con traje de mariachi, rudo, macho y garboso, porque a ella, su novio con el que lleva siete años, la conquisto con esta infalible formula, y porque es mi amiga y me quiere mucho, me recomienda ponerme en forma, para que el traje de conquistador me entalle a la perfeccion. Me recomienda tambien de forma cariñosa, quitarme esos lentes guindas de carey, porque me da cierto aire intelectual, y es bien sabido, dice ella, que los intelectuales, aunque detallistas y delicados son muy malos amantes.
Aunque doy fe, de que todas ellas tienen en absoluto toda la razon, Yo opino en cambio, que debo presentarme como Ella sabe que soy: un hombrecillo delgado y miedolento, que habla poco, sin traje de conquistador ni formulas a la mano, presentarme simplemente y al mirarla con esa seguridad que ahora no poseo, hacer que Ella reconozca en mi a la persona que cree conocer.

Francis Oroz.