martes, 24 de mayo de 2011

Cosas imposibles

Quiero hacer cosas
imposibles...
(G. c.)


Marcelo y Ana se conocen hace poco, Ella tiene novio, muy lejos, porque Ella vive y estudia en una ciudad de nombre complicado y raro. Ellos no son amigos, tampoco son amantes, no son nada.
Marcelo cree que Ana es muy bonita, y a veces piensa que está enamorado de ella; Ella en cambio nunca le ha dicho que está enamorada de Él, menos que le gusta, solo que le cae bien.
El sabe bien (y eso no le gusta nada) que Ella no lo quiere, y que juntos no tienen futuro, algo que es habitual en El, porque en realidad, nunca ha sido capaz de conquistar verdaderamente a nadie.
Marcelo y Ana han pasado los últimos diez días juntos, y ahora que Ella no esta El no sabe muy bien que hacer, solo intentar ser un escritor, cosa que no le sale muy bien, porque cuando lee lo que escribe, se siente menos escritor que cuando no escribe nada.
Marcelo piensa muchas veces al día en lo que Ana estará haciendo en esa ciudad de nombre raro, que queda en ese país de nombre tan raro como el de esa ciudad, entonces se pone histérico, porque sabe que Ana esta con su novio, entonces Marcelo prende el cigarrillo que ha intentado dejar muchas veces, y se siente muy tonto, como se siente las veces que se ha visto desengañado frente a una chica que no lo quiere y de súbito le entra un inexplicable miedo, miedo a las formas amables como le ha pedido tiempo, a las formas amables como le ha pedido solo ser amigos y nada mas.
Entonces Marcelo escribe, escribe mucho, porque cree que haciéndolo bien lograra conquistar a esa chica que no lo quiere, pero otra vez se desengaña, porque ser escritor (o intentar serlo) no impresiona a nadie, como no impresiona a Ana, aunque el novio suyo jamás escribirá un línea como Marcelo lo hace, ni leerá a Faulkner, ni tendrá los secretos inconfesables que Marcelo si tiene, pero esas cosas no conquistan a nadie, tampoco a Ana, entonces Marcelo se arrepiente de haber confesado algunas cosas que hubiera preferido cobardemente ocultar, porque intuía las respuestas y no quería sentirse en tonto que se siente ahora.
A Ella, entre otras cosas le gustaría retroceder el tiempo, desaparecer del mapa de sus recuerdos el beso corto y asustado que se dieron, porque las chicas buenas no dan besos cortos y asustados a chicos que no son sus enamorados y Ella es una chica buena y Marcelo no es su enamorado, no es nadie.
Le gustaría también olvidar que El sabe sus mas íntimos secretos, porque alguna vez, hace mucho tiempo, El fue su confidente y su cómplice y le desagrada pensar que cometió quizás un grave error al contar ciertas cosas a quien no debería, y no esta segura si al retroceder el tiempo escogería corregir el error de haberlo besado o el error de haberlo conocido.
- No seas estúpido - dice Carlos, mientras se lleva el vaso de cerveza a la boca- crees que Ella piensa en ti cuando esta con su enamorado?.
Marcelo no sabe que decir, sabe que no, pero no lo dice, va mirando su vaso que esta a la mitad y va pensado que algunas cosas, muchas cosas son imposibles.


Cisco de melk.